¿Es un headhunter, por qué me llama? Una puerta a la oportunidad

Bienvenidos al primer capítulo de una serie de entradas que ojalá a más de uno les pueda enriquecer su perspectiva, todos los comentarios son bienvenidos, pues muchas veces quienes escribimos, no siempre tenemos el agrado de leerlos, pero en esta ocasión la tecnología nos favorece.

La estructura que propongo es simple y cotidiana, aportarles una visión de esta noble profesión a través de un par de casos que me han cruzado en la mente, que seguramente a más de uno le ha sucedido. Desde ahora les transmito que no pretendo brindar certeza absoluta ni un manual estandarizado, menos tips o pasos “a seguir”, considero ya hay mucho contenido de ello, pero si un cúmulo de conocimientos para compartir, la subjetividad en sí misma pienso es enriquecedora, voy a finalizar cada capítulo con una recomendación y ¿por qué no? con una serie de invitaciones.

Sin más, seguramente a más de uno nos ha pasado el haber recibido numerosas llamadas de un número(s) en particular, o incluso de distintos y ¡con una clave lada hasta de otra ciudad!, déjame decirte que en México es común ser llamado o "prospectado" por compañías telefónicas con diversos fines y técnicas no muy sutiles en mi opinión, así como varias agencias de cobranza o en el peor de los casos llamadas con él afán de causar dolo por distintas vertientes de la delincuencia organizada (extorsiones), pero detengámonos un momento, en el supuesto de que no tengamos algún bloqueo de llamadas desconocidas (lo cual es totalmente entendible por lo último que mencioné) y nos animemos a contestar esa llamada, pensemos un segundo si podría tratarse de una puerta a una oportunidad hasta ahora desconocida.

Recordemos si alguna vez estuvimos en la situación de estar buscando ese trabajo que tanto necesitábamos, registrándonos en innumerables sitios o tocando puerta con colegas, pero sino hasta hoy, ahora mismo, ¡en este momento!, algún headhunter ha dado con ese número celular a través de una recomendación o buscando en algún Applicant Tracking System (ATS), creyendo que tu perfil concuerda con esa oferta vacante, situémonos entonces, en ese escenario.

Recuerdo el caso de un joven headhunter que en algún momento tenía como target localizar un puesto gerencial para una importante empresa de construcción, ¡gran desafío! y sorpresa el equilibrio cósmico estuvo de mi lado, en ese momento di con un candidato que recién llegaba de CDMX, con un perfil impresionante;

  • Había estado en tres empresas constructoras, una de talla local, una nacional y recién iniciaba en una empresa interesante en el sur del país, fueron tres llamadas en distintos momentos sin respuesta alguna, incluso con números distintos.

  • Además con la suerte en ese entonces que el mail en dicha hoja de vida había sido dado de baja... (todo pintaba para que en ese escenario muchos reclutadores optaran por desistir y descartar, lo cual fue una alternativa siendo sincero).

Era tanto el interés por mi parte en aquel perfil que opté por insistir y pedir disculpas por ello, usar un método "empático" que me ha costado pulir en el transcurso del tiempo en esta profesión, animándome a adaptar mi speech y escribirle por otros canales (sí, se requiere una inversión de tiempo extra, es una realidad) y sorpresa, tuve una respuesta, al inicio escéptica, ¡pero al final era una respuesta!.

Combinando esto con un poco del famoso “tener un poco de paciencia” que se aprende de la facultad, (desconozco porqué los reclutadores de hoy en día les cuesta ser humildes o internar serlo al menos), además de que afortunadamente el prospecto ya había logrado visualizar el logotipo de mi empresa, nuestra landing, y había corroborado que no se trataba de un contacto nocivo, decidió regalarme un par de minutos en nuestra primer "llamada de filtro" conforme el contacto se dio, lo pude ubicar en una zona de confianza, a través de charlas breves (por qué claro, esto conlleva un proceso y distintas etapas, pero no olvidemos que el tiempo es oro).

No te hablaré aquí del primer encuentro que tuvimos, pero lector, date una idea de todos los factores de personalidadestrés y desconfianza previa, llegamos al grado de haberme compartido que efectivamente, en el pasado había sido víctima de la delincuencia organizada, razón por la cual había decidido mudarse con su familia a otro estado incluso percibiendo menos salario al acostumbrado.

Conforme fue madurando el proceso, y habiendo aprobado las etapas de evaluación correspondientes (tomó tiempo señores y también fue parte de una terna), todo desembocó en un genuino interés y valentía por parte de ese candidato, siendo llevado a una recta final, donde el cliente, también había reflejado el mejor interés (aunque tomó más tiempo de lo previsto, aquí es importante tener sensibilidad y calmar impaciencias), al final fue finalista, hubo una negociación salarial final, superior por supuesto al que incluso tenía en CDMX, resumiré un par de días, de análisis económicos/presupuestales que conllevó (para no alargar mi anécdota). Al final ¡todo concretó! en una firma e incorporación en un tiempo razonable (tres semanas, por cierto).

Afortunadamente ese caso desde mi perspectiva puede percibirse como de "evitación, desconfianza e incluso miedo" y me parece racional, fue una labor artesanal, invitarlo (¡sin forzar al candidato, ¡ojo!) a dar un giro asertivo y que reflexionara en darle una segunda oportunidad a lo "desconocido", claro sumando un par de recomendaciones que le di, nunca están demás de quienes dominamos este medio, al final la anécdota no solo culminó en contratación, me ha compartido que está sumando más vivencias en su cuarta experiencia laboral, seguramente estará leyendo esto, pues ¡mantenemos buen contacto aún!

Estimados mi invitación es la siguiente:

  • Hacer un ejercicio de recordar si han aportado algún dato en algún momento en un Applicant Tracking System (ATS) o escena similar.

  • Tomar unos segundos para validar el número, correo, marca y por supuesto hacer un par de preguntas a quién los contacte, esto es totalmente válido y brinda seguridad, el headhunter debe ser sensible y no ofensible.

  •  Headhunters, consideremos como técnica (al menos) “la famosa empatía” que tanto predican en publicaciones y en la facultad, somos nosotros quienes los buscan y hay causas inmediatas que podrían valorarse antes de un rotundo descarte a lo oldschool.

#StarChoice #Headhuntercancun #Recursoshumanos #Reclutamiento